Hubo unos años a finales de los noventa y sobre todo a principios de la década del 2000 en los que cualquier juego en los que se viera medio pixel era automáticamente descartado y vilipendiado. Primaba sobre todo el aspecto técnico, muchas veces sacrificandose jugabilidad y diversión. Era un tiempo en las que las 3D y los poligonos se comían el mercado dejando a los arcades clásicos en el olvido.

En lo personal me parece que el inicio del nuevo milenio fué una muy buena época para el mundo del videojuego, pero creo que hay una generación que se perdió una parte importante de la esencia que vió despegar a la industria. Debemos recodar que muchas de las sagas y generos que a día de hoy generan millones de dolares tienen su origen en la decada de los 90, muchas veces incluso en la de los 80. Es curioso observar como mis compañeros de trabajo, casi todos nueve o diez años más jovenes que yo - y jugadores empedernidos - no saben que el primer Metal Gear surgió de la mente Kojima antes de que nacieran. Pero ete aquí que todo vuelve. Mirando atrás, los 80 fueron una época dorada y mágica en la que nos sentíamos en la gloria reunidos entorno a una mesa jugando a rol. O leyendo la última Micromanía. O simplemente viendo como el colega machacaba en el Speedball a sus contrincantes mientras merendábamos una Pantera Rosa.

Ahora, casi 30 años después de aquello, me veo intentando recuperar ese nosequé que nos hacía sentir tan bien. Con novelas como Ready Player One, o con series como Stranger Things intento dar un poco de consuelo a esta cosa que llaman nostalgia, sabedor que no estoy solo y de que a mi alrededor hay muchos Peter Pans que rondan los 40 y que no quieren seguir creciendo.

Aquí va pues mi pequeña lista de juegos modernos (post 2010) que funcionarán a modo de metadona para aquellos que sientan morriña de aquellos mundos coloridos en 2D y música chiptune en 8 bits.

  1. Hyper Drift Lighter (2016)

  2. Fez (2012)

  3. Sword and Sworcery (2011)

  4. Super Meat Boy (2010)

  5. OwlBoy (2017)

  6. Shovel Knight (2014)

  7. Cave Story+ (2011)

  8. Thimbleweed Park (2017)

Una de las decisiones más importantes que tuve que tomar a la hora de continuar con el proyecto de este Blog fue la de elegir la plataforma que alojaría el servicio. Mi primera opción fue volver a Wordpress. Era una plataforma que ya conocía y a la que podía importar mis antiguas anotaciones sin demasiado esfuerzo. Decidí, sin embargo, aparcar la idea. Wordpress es muy flexible, pero se ha convertido en un monstruo. Necesitaba algo mucho más simple y que además requiriese de un coste de mantenimiento cero.

Finalmente me decanté por montar un pequeño servidor casero donde alojar este Weblog. Las ventajas pueden no ser tan evidentes, sobre todo en una época en la que se tiende a externalizarlo todo, pero quería tener control absoluto sobre lo que hacía. Así pues, decidí adoptar un servidor.

Ahora bien, quería un servidor casero de muy bajo consumo y precio, así que después de investigar unas cuantas horas, descubrí el proyecto Armbian. Este proyecto desarrolla métodos para incrustar sistemas operativos Debian en un montón de equipos baratos similares a Raspberry Pi. El equipo que elegí fue un Beelink X2 que cuesta unos 25€ en Gearbest . Está pensado para usarlo como TV-Box, pero instalar Armbian desde una tarjeta SD es algo bastante sencillo de hacer.

Algunos ejemplos de equipos a los que dan soporte en Armbian

Algunos ejemplos de equipos a los que dan soporte en Armbian

Una vez instalado Armbian, debía elegir el sistema para publicar mi Weblog. Quería algo sencillo, nada recargado. A ser posible que no usara ningún sistema de base de datos y que pesara poco para que el Beelink lo moviera con suficiente soltura. He de admitir que no tengo ni idea de diseño Web, así que además necesitaba que su configuración y desarrollo fueran nulos. Para esto escogí Pelican, un generador de webs desarrolado en Python que se instala con los siguientes 4 comandos:

apt-get install pelican
mkdir -p ~/projects/yoursite
cd ~/projects/yoursite
pelican-quickstart

Con esto ya tenemos instalado Pelican. Para comenzar a publicar basta con crear un archivo de texto plano en ~/projects/yoursite/content con una cabecera tal que así:

Title: Mi primera Anotación
Date: 2016-12-06 10:20
Category: GNU/Linux

Aquí escribimos el artículo.

Y ya está. Ahora ejecutamos el comando ./develop_server.shy ya deberíamos de poder ver la entrada en nuestro blog a través del navegador. Finalmente, para publicar el Weblog en internet he usado un proveedor de IPs dinámicas gratuito, en este caso dynu.com.

Como veis con 30€ y un poco de paciencia se puede uno montar un servidor Web de bajo consumo en casa, no solo para alojar un Blog, también nos puede servir para instalar Owncloud, un servidor de correo, o lo que nos plazca.

Tecnomantes V3

Hace casi 10 años decidí emprender un blog que trataba mayormente sobre tecnología. Por aquel entonces rondaba la veintena y los Weblogs (o bitácoras, como se llamaban por aquel entonces), se encontraban muy en boga por el empuje que supuso el fenómeno Web 2.0. Todo el mundo tenía algo que decir. Y yo no iba a ser menos.

Foto Tecnomantes

Así se veía Memorias de un Tecnomante en su primera versión.

Pasaron lo años y finalmente muchos abandonamos el proyecto. Fuese por hastío, o por que vimos una oportunidad de hacer las cosas mejor en otras plataformas como Twitter o Facebook, los blogs personales fueron desapareciendo.

Y hoy, a modo de canto de cisne, retomo aquel proyecto que en su día tanto me ilusionó y que nunca debí abandonar. No ya por la gente que me leía, que no era mucha, sino por mi, porque necesito una ventana al mundo sobre la que gritar bajito y desahogarme.

Larga vida a Tecnomantes.

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